Lo escribí en enero de 2014
Plantearse la duda, plantear la duda
Hace como un año, mi hermana K me dijo que yo cambié de opinión muchas veces; como si fuese algo negativo. La realidad es que me daba cuenta de que estaba errada en algunos aspectos y fui mutando, “evolucionando”.
Otra vez un engedro social me intentó robar para una entrevista en un programa, en el que estaba él, esto que voy a plantear. Solo que en su soberbia e incapacidad entendió todo mal.
Las ciencias sociales tienen su método de estudio, bastante complejo, porque es muy “volátil”. Cualquiera cree que puede tomar un libro y entenderlo. Cuando en realidad, este tipo de lecturas, están llenas de manipulación y hay que tratar de contrastar, dudar, plantear las coherencias e incoherencias, verificar, etc. Pero la mayoría, inclusive los profesionales de estas áreas, no lo hacen o no lo quieren hacer, y como es típico en estas cosas que solo se dejen llevar por el fanatismo.
A veces cuando me encuentro con alguien que razona pero no piensa igual que yo, y son muy pocas veces, solo le hago preguntas, pero no intento imponerle mi lineamiento… Este tipo de personas llegan solas al camino del descubrimiento.
¿Cómo es esto?
Primero y en principal, uno no es dueño de la verdad. Por ahí alguien tenga más u otro menos, y no tiene que ver con la cantidad de información, sino con la calidad de razonamiento, sumado a la información que tiene. Siempre hay que recordar que la mejor mentira es en gran parte verdad.
Por lo tanto, si uno no es dueño de la verdad, puede que me falte información o esta esté errada. ¿Qué podemos hacer entonces? Plantearnos la duda de lo que creemos y/o tenemos como cierto. Es un ejercicio diario, y hasta en las más cotidianas situaciones. Así vamos teniendo cada día más ejercitada la mente para darnos cuenta de las mentiras, los engaños, etc.
Después de esto, ahí si podemos plantear la duda y las preguntas a otras personas. Porque no solo adquiriríamos conocimientos del otro sino también iniciar a este en el cuestionamiento.
Vamos a ejemplos simples primero.
En algún momento todos nos hemos peleado con conocidos, familiares, amigos, etc. Por ahí la otra persona se enoja tanto como nosotros y se cree con la verdad como nosotros (en un caso hipotético, porque muchas veces sucede que hay uno que sabe que no tiene la razón, o no está diciendo todo o simplemente quiere ganar). Entonces ahí podemos plantearnos que es lo que pasa por la mente del otro para que crea que tiene la razón… o puede que la tenga, o una parte.
También las personas suelen repetir “la historia la escriben los que ganan”. Pero realmente jamás, jamás, se cuestionan la historia oficial, que el solo hecho de ser “oficial” ya te dice que es una mentira de acá a Plutón. Otro ejemplo puede ser plantearnos porque los chilenos creen que ciertas zonas son de ellos y los argentinos creen también que esa zona es de Argentina. Entonces ¿Cuál es la historia que cuentan en Chile y cuál es la historia que cuentan en Argentina?.
Descartes plantea en el “Discurso del Método”, el dudar de todo. Él pone en práctica esto, pone en duda todo lo que sabe, tanto, que en un momento dado lo hace con su propia existencia, hasta que llega a la conclusión de que si existe porque piensa, porque duda de su existencia. Por eso el famoso “Pienso, luego existo”.
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