Hace varios años había leído un articulo de National Geographic que se titula “Nos vigilan”. El articulo comenzaba acompañando al lector en el resquemor de la vigilancia, al robo de la privacidad; el articulo se hacia “amigable” que lo acompañaba en esos pensamientos, pero a medida que avanzaba el discurso iba cambiando, no dramáticamente, sino girando lentamente para terminar diciendo que ser vigilados es por nuestro bien. Claro, no lo decía tan así, pero esa era la idea que quedaba en el lector.
Para que las personas acepten este robo hay sola una forma, el miedo. Y así lo hicieron. Recuerdo cuando acá, en Argentina, se mencionaba la quita de libertades en EE. UU. y en Europa por supuestos terroristas; de esta forma las personas, mediante el miedo infundido por quienes tienen que darles tranquilidad, los gobiernos. Así comenzaron a aceptar la vigilancia extrema, cada vez más.
En Argentina, si bien algunos se dieron cuenta de lo que sucedía en otros países no fueron capaces de notar que acá se hacia lo mismo, no con terrorismo externo, sino con terrorismo interno, creado, inventado, no hacer nada para solucionarlo realmente y hasta a veces facilitado y fomentado... la inseguridad.
Corría comienzo del año 2002, había muchas asambleas barriales. Si bien muchas de ellas fueron corroídas con la infiltración de partidos políticos, muchos de izquierda (porque ellos sirven al sistema, sin que se den cuanta, porque ven al capitalismo como el sistema, y este es solo una parte de él), esa infiltración no era suficiente para que la gente deje de manifestarse o de participar. Poner un toque de queda por decreto queda muy poco “democrático” y suponía, en ese momento y ahora, el fin de todo el gobierno y todo político que pueda verse levemente involucrado, así que se decidió por crear la sensación de inseguridad. En parte esta era real, pero por otro lado era fomentada, al mismo tiempo tampoco nunca intentaron solucionarla de base. Si, es complicado el tema, pero nunca lo intentaron. Entonces de esta forma lograron mantener a todas las personas puertas adentro en cuanto caiga el sol sin necesidad de una medida muy poco popular.
La instalación de cámaras para la vigilancia fue el otro paso, de entre muchos, para el control ciudadano o poblacional. ¿Si la inseguridad no hubiese estado, hubieses aceptado miles de cámaras que no ves pero están y te filma a lo largo de tu día? La verdad que no. Porque sabemos bien que asaltos pasan muchos, pero que las cámaras solucionen la inseguridad... nada. Cada tanto sale alguna propaganda en algún noticiero como “gracias” a una cámara se vio como asaltaban y mataban a una persona. GRACIAS A LA CAMARA, pero la persona fue asaltada y hasta por ahí este muerta. ¿Y el dinero de toda la red de cámaras, instalaciones y sueldos? ¿No era mejor otro tipo de plan con el mismo o menor gasto?
Las cámaras no están para darte seguridad.
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